Cualquier masajista erótica realmente profesional como aquellas que forman parte de Prive Palace deben conocer cuáles son las zonas erógenas masculinas con el objetivo de dar un masaje que ofrezca al receptor un placer increíble, incluso sin penetración en algunos casos.
Cuando un masaje erótico se da con total dedicación y pasión, puede lograr que el receptor alcance el orgasmo con mayor intensidad respecto a aquella que alcanzaría con el coito, todo a fuego lento.
En todo masaje erótico es más que conveniente estimular el resto del cuerpo antes que llegar a las zonas erógenas masculinas. Es aconsejable ir de menos a más, comenzando por la espalda, los hombros, etc. para pasar por el cuello y los lóbulos de las orejas. Estas últimas zonas son tan sensibles como olvidadas.
El hombre, al igual que la mujer, cuenta con varias zonas erógenas que al ser estimuladas pueden generar una increíble excitación. Si estas zonas se masajean de forma óptima, el receptor del masaje podrá lograr el clímax y el orgasmo, muy por encima de lo que suele experimentarse en pareja o en solitario.
Las zonas más excitantes son:
El pene, sin lugar a dudas la zona erógena masculina por excelencia para dar un masaje. Es importante masajear esta zona con mucho cariño y delicadeza para lograr finalmente el orgasmo.
Para lograr una excitación más duradera e intensa se recomienda utilizar las manos, los dedos y aún mejor, la lengua.
Los testículos son esas otras zonas extremadamente sensibles que deben ser masajeadas con mucho mimo y pequeñas caricias. Los resultados son sin lugar a dudas espectaculares..
El perineo se encuentra entre el ano y los testículos. Si se sabe masajear correctamente el perineo, será posible lograr una excitación casi instantánea ya que esta zona se encuentra muy cerca de la próstata. Nuestras masajistas son capaces de lograr una eyaculación con mayor potencia que en otros casos también gracias a los masajes que realizan en la zona del perineo.
Entre las zonas erógenas más importantes del hombre se encuentra el cuello. A pesar de ello esta zona sigue siendo una de las zonas más ignoradas y menos estimuladas. Cuando la lengua de la mujer roza la zona del cuello es posible lograr que el hombre sienta un estímulo muy placentero. Comenzar la excitación del receptor a través del cuello es más que recomendable, dejando otras zonas más íntimas para el final.
Entre los beneficios de masajear las zonas erógenas masculinas se encuentra el que la relación sexual se hará más larga y disfrutable. Si sólo nos centramos en la penetración y evitamos los juegos preliminares, los encuentros terminarán siendo más cortos y rutinarios.
Uno de los objetivos del masaje erótico es aportar los conocimientos necesarios para que aquellos receptores puedan mejorar las relaciones sexuales con su pareja, durar más tiempo en la cama e incrementar la estimulación y excitación en dichas relaciones.
Es también conveniente que exista comunicación dentro de la pareja para que el miembro que da el masaje conozca los gustos de aquel o aquella que los recibe. No dudéis en probar un buen masaje erótico, ya que además de disfrutar de la experiencia, adquiriréis los conocimientos necesarios para posteriormente poder aplicarlos.
